En 1881, a pocos pasos de la plaza de la Madeleine, en ParÃs, el farmacéutico Theophile LeClerc crea una fórmula secreta a base de polvo de arroz e ingredientes naturales, esterilizados y totalmente puros. Este sutil polvo confiere a la tez de las mujeres un aspecto luminoso y aterciopelado incomparable. El legendario "polvo T.LeClerc" sigue siendo un siglo más tarde, imprescindible para las actrices y sobre todo para los mejores maquilladores del mundo.